Le canto a tus manos
de madre,
puñadito de violetas,
azuladas de frío y
ternura.
Tus manos María,
Caminadoras de sartenes
y cocina.
Entre ellas creció el
amor de los amores
el milagro de tu vientre
le dio vida.
A la luz del prodigio,
tus manos,
fueron cobijo, consuelo
y caricia.
Ayudaron a manifestar la
gloria
y cayeron desoladas
al ver al amor de los amores,
dejar la vida.
Es muy emotivo y muy bello. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Inma, un abrazo.
EliminarQue linda la vision distinta y original de describir a la Virgen en su version ama de casa, me encanta y la imagen, uf, es de un ensueño unico! Besos
ResponderEliminarGracias Carolina, es que a veces nos olvidamos que fue una mamá y seguramente un ama de casa. Abrazo.
Eliminarmariarosa
Las manos es sin duda un lugar que guarda mucha ternura. Te dejo un abrazo
ResponderEliminargracias Jova, saludos.
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