Hacer memoria.

 

Pascua es hacer memoria, así como los discípulos de Jesús van por el camino haciendo memoria de su vida con el Señor, así nuestra vida y sueños merecen, tenerlos presentes. Hacer memoria de ellos es no perder motivos para hacerlos realidad.

Más de una vez deseamos cambiar nuestra realidad  para darle vida a nuestros sueños, aquellos que tejimos en años pasados y los que debemos hacer parte de nuestra vida.

Los discípulos no creyeron en un primer momento que Jesús había resucitado, debió el Señor presentarse ante ellos para que entendieran la realidad, igual nosotros  debemos cambiar nuestra realidad cuando es necesario. La misericordia de Dios siempre nos espera

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Viernes Santo.

 

Viernes santo,

el Señor ha muerto,

se llevaron su cuerpo

a un sepulcro nuevo,

con piedra segura,

fuerte lo han sellado.

 

En la cruz vacía

la sangre ha quedado,

sangre de sus manos,

de sus pies, 

del abierto costado.

La tierra se bebe

la vida que ha regado,

Jesús con su sangre

y en el suelo rojo,

clavos han quedado.

En la tierra del Gólgota,

en apenas  horas,

perfumando el aire,

flores han brotado

son blancos los lirios

que el dolor ha sembrado.

M R.

Domingo de Ramos.

 

¿Qué celebramos los cristianos el Día de Ramos?

 

La entrada de Jesús en Jerusalén.

El pueblo lo saluda poniendo sus mantos en las calles para que pase y agitan ramas de olivo y palmas en su honor, mientras gritan a una voz:

 

“¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”

Ese mismo pueblo es el mismo que unos días después,  siguiendo los consejos de los sacerdotes judíos eligen  entre Barrabas y a él y lo condenan a que sea crucificado.

El día de Ramos es el comienzo de la Semana Santa, que recuerda la llegada de Jesús a Jerusalén, su pasión, muerte y resurrección el domingo de Pascua.

¡¡Feliz domingo de Ramos!!

El zapatero.

Cuento De Facundo Cabral

Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo, buscó la casa del zapatero y le dijo: Hermano, soy muy pobre, no tengo una sola moneda en la bolsa y éstas son mis únicas sandalias, están rotas, si tú las arreglas, me haces un favor.

El zapatero le dijo, estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar. El Señor le dijo, yo puedo darte lo que tú necesitas. El zapatero desconfiado viendo un mendigo le preguntó. ¿Tú podrías darme el millón de dólares que necesito para ser feliz? El Señor le dijo: yo puedo darte diez veces más que eso, pero a cambio de algo. El zapatero preguntó ¿A cambió de qué? A cambio de tus piernas.  El zapatero respondió para qué quiero diez millones de dólares si no puedo caminar. Entonces el Señor le dijo,  puedo darte cien millones de dólares a cambio de tus brazos. El zapatero respondió: ¿Para qué quiero yo cien millones de dólares si ni siquiera puedo comer solo? Entonces el Señor le dijo: bueno, puedo darte mil millones de dólares a cambio de tus ojos. El zapatero pensó un poco: ¿Para qué quiero mil millones de dólares si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos? Entonces el Señor le dijo: ¡Ah, hermano! Qué fortuna tienes y no te das cuenta.

 

 

  

Ser naturales.

 

El modo de glorificar a Dios, cuya obra somos´

es ser como somos,

lo mejor que podamos.

Basta que seamos

como Dios quiere que seamos,

y no una perfecta criatura

en quien Dios jamás pensó.

Haz de todo corazón

aquello que sabes que Dios quiere de ti.

No te inquietes por saber si lo que Dios quiere de ti

es o no importante y grandioso.

Que lo que hagas sea insignificante o no,

no tiene importancia,

si esa es la voluntad de Dios.

 

San Francisco de Sales.