Jesús dijo a sus
discípulos: sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados, perdonen y
serán perdonados.
Lc 6, 36-37
“Jesús
abre mi corazón,
para que
no mire a los demás
con ojos
airados o de condena,
sino con
compasión:
así como
tú me miras
comprendiendo
mi debilidad
y
regalándome tu ternura.”
Amén.
Debemos reaprender a caminar con El, durante cada día de la vida y eso aunque no es fácil,con la oración seguro que se logra.
ResponderEliminarTengas muchas bendiciones.
Abrazo.
Muy buen recordatorio de Jesucito.
ResponderEliminarEs una oración hermosa y conmovedora...
ResponderEliminarUn gran abrazo, amiga poeta.
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Una preciosa oración qu brota desde lo más profundo de ti...ojalá y consigamos hacerlo, no juzgar y
ResponderEliminarperdonar porque todos podemos caer en tentación
Me ha gustado mucho mariarosa
Un fuerte abrazo