Se acerca Semana Santa y muchos nos preguntamos si seremos buenos cristianos o si al menos intentamos serlo. Al leer este poema de San Francisco de Sales creo que muchos encontramos en el la paz para seguir en el esfuerzo de vivir e intentar caminar en las huellas de Nuestro Señor.
El
modo de glorificar a Dios,
cuya
obra somos,
es
ser como somos,
lo
mejor que podamos.
Basta
que seamos
como
Dios quiere que seamos,
y
no una perfecta criatura
en
quien Dios jamás pensó.
Haz
de todo corazón
aquello
que sabes que Dios quiere de ti.
No
te inquietes por saber si lo que Dios quiere de ti
es
o no importante y grandioso.
Que
lo que hagas sea insignificante o no,
no
tiene importancia,
si
es la voluntad de Dios.
San
Francisco de Sales