PIENSO EN TI.
En esos momentos en que me agobia la tristeza,
pienso en ti.
Cuando me sucede algo doloroso
que no puedo comprender,
pienso en ti.
Si las ganas de llorar llegan de sorpresa
y no comprendo el motivo,
pienso en ti; en tus llagas, en tu sangre
inocente.
Sagrado Corazón de Jesús,
Eres consuelo, compañero y amigo,
no dejes que me pierda en el torbellino del
mundo,
no sueltes mi mano, bendíceme Señor.
Que así sea; amen.