Enfría, Señor, mi boca;
Señor reduce mi brasa;
dame, como te pido,
concordia de cuerpo y alma.
Frente al perverso oleaje,
Ponme costado de gracia;
dame, como te ruego
concordia de cuerpo y alma.
Anónimo
Enfría, Señor, mi boca;
Señor reduce mi brasa;
dame, como te pido,
concordia de cuerpo y alma.
Frente al perverso oleaje,
Ponme costado de gracia;
dame, como te ruego
concordia de cuerpo y alma.
Anónimo
“El Señor es sublime” Se fija en el humilde, Y de lejos conoce al soberbio. Cuando camino entre peligros, Me conserva la v...