Estoy perdida Señor.
Un mar oscuro me ha
cerrado los sueños,
necesito tu mano,
tu luz, para seguir andando.
Estoy a merced del viento,
mis piernas flaquean,
mis sueños se han ido,
sólo me queda pedir tu ayuda
para resurgir de nuevo,
a pesar de las burlas,
y del miedo.
Dame tu mano señor,
y tu gracia para seguir viviendo.
Amen.