Señor Jesús:
enséñanos a vivir tu Evangelio,
danos fuerza en la debilidad,
sé nuestra luz, bendición y guía.
Que la gloria de la Pascua
y con tu gracia, nos ayude a crecer en la fe.
Tú que venciste a la muerte
ayudanos a ser mejores
cristianos,
límpianos del egoísmo,
de la envidia, de la decidía,
y de todo lo que nos empequeñece como persona.
Te lo pedimos a ti que
vives y reinas por los siglos de los siglos,
amén.