No permitas que la ansiedad
sabotee tu búsqueda de
paz.
Sabes bien
que, cuando vas en búsqueda
de algo muy ansiosamente
podemos llegar a ello cien veces
sin darnos cuenta, sin siquiera apercibirlo.
La ansiedad se disfraza
como si fuera verdadera energía espiritual
fatiga nuestra mente
empobrece nuestro entusiasmo
y desvirtúa nuestra alma.
Dejemos que Dios haga su parte,
tengamos paciencia,
las bendiciones de Dios siempre llegan.
San Francisco de Sales.